Toro Verde nació en una finca, no en un laboratorio
Yo nací en el Cauca, en una familia campesina. Desde pelado, mi vida fue entre cafetales, machete y madrugones.
Y siempre vi lo mismo: los herbicidas sí acababan con la maleza… pero también dejaban la tierra jodida, seca, sin fuerza.
Un día, mi primo —que también es del campo— se puso a probar con una fórmula natural. La echamos en la finca… y vea, eso fue otro cuento.
Sí, limpiaba. Pero lo mejor fue que la tierra volvió a agarrar vida, a dar. Como antes.
Ahí dijimos: “esto no se puede quedar solo para nosotros”.
Después de muchas pruebas y errores, nació Toro Verde. Hecho por manos campesinas, con amor por el campo.
No es solo un herbicida. Es cuidar lo que nos da de comer. Es dejarle algo bueno a la tierra.